Un día, así de la nada, me decidí por comprar lámparas eficientes, por lo cual fui a comprarlas. Al llegar allí me dí cuenta que existían varios tipos de lámparas, con distintas características entre cada una y, obviamente, a distintos precios. Entonces ante esa enorme variedad, no supe cual comprar para que en un tiempo se reflejara en la cuenta el ahorro que debiera producir. Preguntando al vendedor, me recomendó las de precio medio alto atribuyendo que con ellas el ahorro que yo buscaba se vería reflejada en la cuenta en el corto plazo. Quedé metido ante esa propuesta, así que le pregunte qué significaban los lumen que el paquete indicaba, a lo cual dijo: es el tipo de luz que emite, si es blanca o amarilla. Yo quede algo como que no era eso, así que desistí ese día de comprarlas y no volver hasta saber cuales me darían lo que prometen. En la vuelta a casa, pensé: I nternet tendrá algo que decir al respecto , así que comencé a investigar por la red hasta llegar a entender y ...