Que no se te olvide...ejercitar la memoria
Con unos hábitos sencillos y saludables es posible contribuir a conservar la memoria:
- Cuidar el cerebro con actividad intelectual variada. No solo hay que centrarse en estudiar, sino que también charlar, jugar a las cartas, ir al cine, comentar una película o por ejemplo, ser miembro de un club social ayudan a que el cerebro se mantenga en forma.
- La práctica regular de ejercicio físico tiene efectos saludables en el rendimiento de la memoria.
- Todo lo que es bueno para el corazón, lo es para el cerebro. Por eso, conviene controlar la hipertensión, el colesterol, la diabetes, la obesidad y el tabaquismo.
- Vigilar el riego sanguíneo es otro aspecto clave. Si la sangre que pasa por los capilares del cerebro no es rica en oxígeno y nutrientes, el rendimiento de este órgano no será el adecuado. Las personas que padecen mala circulación y no se cuidan sufrirán a largo plazo problemas para pensar, aunque realicen actividades estimulantes.
- Es necesario evitar los alimentos, como las grasas saturadas, que producen el llamado colesterol malo: obstruyen las arterias e impiden que el oxígeno llegue al cerebro. Hay que tomar verduras y frutas frescas (sobre todo cítricos). También son buenos los frutos secos, la pasta, las legumbres y alimentos que contengan magnesio, yodo y fósforo.
- El cerebro fabrica una sustancia llamada fosfatidil serina (FS) que sirve para mantener en buen estado las membranas celulares. Para poder generarla de forma adecuada necesita vitaminas como la B12 (la proporcionan las vísceras, sardinas y jamón serrano) y el ácido fólico (disponible en el germen de trigo, las legumbres y la escarola).
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